TV Basura l

La televisión es una necesidad básica. Al convertirse en algo habitual, seguramente se ha banalizado y ha perdido importancia.

En un balance, es injusto ignorar los beneficios y las potencialidades que el medio televisivo, sin duda, aporta y tiene. Para empezar, ha democratizado la información y el entretenimiento.

Si algo se convierte en imprescindible, lo es y tiene virtudes para serlo. 

Un medio tan masivo como la televisión contribuye a construir el imaginario colectivo y a formar la opinión pública.

Que duda cabe, la televisión ha representado un progreso, lo mismo que el teléfono, la radio o Internet.

El problema, tal progreso podría ser más rotundo; el medio tiene virtudes desaprovechadas. Son deficiencias que deberían corregirse, porque es posible hacerlo.

La TV Abierta debe tener espacios para quienes no pueden viajar, ver espectáculos, como la Opera, el cine, los deportes, grandes ciudades, eventos, celebridades, artistas, políticos, civilizaciones, historia, entretenimientos de categoría mundial.

Hoy los dueños de los canales, tanto el Estado, como los dueños del retail, las mineras y las mayores riquezas del país sólo transmiten preferentemente TV Basura a los chilenos, que están ávidos de programas con una calidad y excelencia que desapareció este milenio.

Además de la televisión pública, tenemos televisión privada, TV regional y TV de pago. Estamos a las puertas de la TV digital, que, de producirse realmente, multiplicará tanto los canales como las formas de ver televisión.

Sin embargo, el cambio no ha sido tan grande como se esperaba. La mayor diversidad de oferta, si bien lo es desde el punto de vista meramente cuantitativo, no ha conseguido revertir en una pluralidad de opciones realmente satisfactoria y cualitativamente notoria.

Estamos construyendo un proceso de decadencia en el campo de la cultura

Telebasura no es el género en sí, sino la degradación que se produce en determinados casos…

Hoy el que puede pagar, ve las grandes ligas del Fútbol Mundial, tenis ATP, básquetbol NBA, Golf, rugby, disciplinas olímpicas, documentales, estrenos mundiales, noticias, espectáculos y programas de categoría.

El resto solo ve TV Abierta chilena, todavía gratuita, cada día de menor excelencia, los programas tienen presupuestos bajísimos, la compra de derechos de TV basura, como realities donde predomina el morbo, son una verdadera vergüenza.

Los parámetros de telebasura

  • Manipulación de información
  • Una falta de respeta en cuanto a la intimidad
  • Uso del dolor humano como espectáculo
  • Foco en el sexo y la violencia
  • Trivialización de la prostitución y drogas
  • Aberración como algo deseable
  • Desdén hacia las autoridades
  • El lenguaje obsceno
  • Fomento de pseudociencia
  • Prensa del corazón

 Nada es ajeno al mercado, y tampoco la industria televisiva. La necesidad de competir por conseguir la porción mayor de la torta publicitaria o el codiciado rating que condiciona la mercancía y toma precauciones que no ayudan a la imaginación ni a la creatividad. Mientras la industria no desarrolla directivos y profesionales de calidad para el medio.

La audiencia es la tiranía más exclusiva de la televisión, un medio tan masivo no puede  sólo cuantificar las audiencias para obtener la publicidad que financia la programación.

 Tampoco se ha conseguido determinar ni delimitar adecuadamente las funciones que ha de cumplir una televisión pública.

  • No tenemos la televisión pública que merece un país moderno y democrático
  • Carecemos de los mecanismos  para velar por que las televisiones, públicas y privadas, hagan un uso responsable de la libertad de expresión, que es su valor más preciado.

Es hora de que el país retome las riendas de esta industria y le de un giro de calidad, a través de leyes y normas que se han relajado con el tiempo, tampoco la llegada de la democracia ha sido un plus para mejorar la tecnología y los contenidos de la TV chilena. 

La esperanza de que la libre competencia traería consigo una mayor libertad y diversidad definitivamente no ha resultado en lo absoluto.

Los responsables en darnos una TV de Calidad, tanto el Estado, como antes las universidades y ahora los privados sólo se han preocupado de tener un negocio donde el dinero es el principal motor de la actividad.

Origen

  • La llegada de televisión privada
  • Mercado abierto
  • La telerrealidad
  • La explotación del sexo
  • La farándula

Mientras tanto el CNTV se dedica sólo a censurar y multar a los canales cuando se extralimitan con su sensacionalismo y no es capaz de velar adecuadamente por la calidad de los contenidos..

No es la gente precisamente la que pide un Reality, ni un programa de farándula, sino es la oferta la que incita la curiosidad del público y termina atrapándolo.

El fracaso ha sido total, en la producción y consumo de productos culturales que son, a fin de cuentas, los propios de la industria televisiva.

En consecuencia, hay que introducir normas y criterios de calidad, de servicio o como quiera que los denominemos, para que los productos sean dignos y se perfeccionen. Abandonados a sus propias inercias, no sólo no mejoran, sino que degeneran.

Es la degeneración de determinadas programaciones, eso que llamamos “telebasura”, y que es una tentación constante, y  creciente, de la televisión chilena.

Las opciones para el televidente siempre son limitadas. Ni las audiencias ni los sondeos son indicadores fiables de lo que la gente quiere.

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