Melón Confitado

  • 1.300 g de melón limpio, sin cáscara ni semillas
  • 2 kg azúcar
  • 1 litro de agua
  • 10 g de zumo de limón recién exprimido

MATERIAL QUE NECESITAREMOS:

  • olla grande
  • termómetro digital de cocina
  • colador + bol
  • deshidratador de alimentos

Elaboración

PRIMER DÍA (idealmente por la noche)

Limpiamos el melón.
  1. Cortamos el melón en rodajas, retiramos la cáscara y las semillas.
  2. Troceamos, no pedazos finos, más bien gruesos porque con el proceso de confitado se reducirán mucho puesto que pierde mucha agua. Si lo deseamos, podemos cortar en rodajas sin trocear.
  3. Vamos disponiendo en un bol amplio.
  4. Una vez que tengamos todo el melón cortado y pesado, preparamos el almíbar.
Preparamos el almíbar e introducimos el melón.
  1. Incorporamos en una olla grande el azúcar junto con el agua.
  2. Colocamos a calor medio alto y dejamos que llegue a una ebullición suave. En este punto el azúcar se habrá disuelto por completo.
  3. Apagamos el fuego e introducimos el melón en el almíbar.
  4. El melón flotará, de modo que tendremos que colocar una tapadera (en mi caso de plástico) y con un diámetro inferior al de la olla para favorecer que el melón quede sumergido. Podemos usar otro utensilio como peso, incluso gasas, para poder llevar a cabo este paso.
  5. Dejamos reposar durante toda la noche en el almíbar

SEGUNDO DÍA (tras 8-12 horas)

Calentamos de nuevo el almíbar.
  1. Con ayuda de una espumadera, sacamos todo el melón de la olla y colocamos en un bol grande. Observaremos que el melón ha perdido agua y, por lo tanto, volumen.
  2. Colocamos el almíbar a calor medio alto y dejamos que llegue a ebullición suave.
  3. Una vez en este punto, dejamos durante 5 minutos para favorecer que evapore un poco de agua de la que soltó el melón.
  4. Apagamos el calor e introducimos de nuevo el melón en el almíbar. Cubrimos con la tapadera, o utensilio que hayamos elegido, para favorecer que queden todos los trozos sumergidos y dejamos reposar durante 12 horas.
Repetimos el proceso para elaborar el melón confitado.
  1. Pasadas 12 horas, volvemos a repetir el mismo proceso que por la mañana.
  2. Sacamos el melón con una espumadera, colocamos el almíbar al calor hasta que llegue a ebullición suave y dejamos, en esta ocasión, a fuego medio bajo durante 2-3 minutos.
  3. Apagamos el calor, introducimos el melón en el almíbar, cubrimos y dejamos reposar durante 12 horas aproximadamente.

TERCER DIA Y CONSECUTIVOS (en total serán 14 días)

Calentamos el almíbar e introducimos el melón.
  1. A partir del tercer día, repetiremos el mismo proceso durante 11 días más. Es decir, en total, el proceso de confitado, tiene una duración de 14 días. La diferencia con el resto de días es que solo haremos el proceso una vez y dejaremos reposar en el almíbar durante 24 horas.
  2. Con ayuda de una espumadera, sacamos todo el melón de la olla y colocamos en un bol grande.
  3. Colocamos el almíbar a calor medio y dejamos que llegue a ebullición suave.
  4. Una vez que rompa a hervir, reducimos a calor medio bajo y apagamos directamente. A partir de aquí no dejaremos cocinando a calor medio bajo durante 2-3 minutos.
  5. Apagamos el calor e introducimos el melón en el almíbar. Cubrimos con la tapadera, o utensilio que hayamos elegido, para favorecer que queden todos los trozos sumergidos y dejamos reposar durante 24 horas.
  6. El último día de confitado, una vez que saquemos el melón y nos dispongamos a colocar el almíbar para calentarlo, añadimos el zumo de limón. Seguimos el mismo proceso de días anteriores; sacamos el melón, añadimos el zumo de limón al almíbar, colocamos a calor medio hasta llegar a ebullición suave, apagamos el calor e incorporamos el melón en el almíbar. Cubrimos y dejamos reposar las últimas 24 horas.
  7. Tras todo el proceso de confitado, el melón se volverá transparente.
  8. NOTA: Para aquellos que os guste saber y conocer los grados brix a los que tenemos que elaborarlo, debe rondar los 73º-75º. Os hablaré sobre esto de manera más extendida próximamente.
Preparamos el melón confitado para secarlo.
  1. Sacamos el melón del almíbar con ayuda de una espumadera.
  2. Colocamos sobre un colador, este estará colocado sobre un bol, y dejamos escurrir durante 2 – 2 1/2 horas para retirar todo el excedente del almíbar.
  3. Colocamos los trozos de melón sobre porciones de papel sulfurizado y, estos, los iremos colocando en las bandejas del deshidratador.
  4. Colocamos a 70ºC y secamos durante 12 horas, aproximadamente. Las piezas de melón deben quedar secas al tacto, pero ligeramente jugosas en el interior.
  5. Durante el proceso de secado, os aconsejo mover las bandejas de arriba a abajo, además de comprobar el punto de secado del melón confitado, puesto que puede variar según el caso.
  6. Guardamos dentro de un recipiente hermético.

Notas

  • He utilizado tres tipos de melón, piel de sapo, Galia y melón blanco. Necesitamos piezas que no estén muy maduras, que tengan la carne firme, pero que no estén verdes para que aporten sabor y aroma.
  • Puesto que esta fruta contiene un elevado porcentaje de agua, os aconsejo cortar el melón en trozos grande o incluso rodajas. De ese modo, cuando esté confitado, no tendremos trozos muy pequeños o con poco volumen.
  • Normalmente, cuando confitamos frutas, añadimos el azúcar de manera progresiva con el paso de los días. Puesto que esta fruta suelta mucha agua, concentraremos la totalidad de azúcar al principio para cocinarlo durante varios días.
  • No debemos cocinar el melón dentro del almíbar, de lo contrario podemos romper su estructura y obtener un puré. Debemos cocinar el almíbar hasta llegar a una suave ebullición, en ese momento apagamos el calor e introducimos la fruta para dejarla reposar durante el tiempo especificado.
  • El tiempo de elaboración del confitado de melón, puede ser algo inferior al especificado. Sabremos que está listo cuando sea completamente transparente.
  • Si queremos dar color al melón confitado, podemos añadir colorante alimentario al almíbar.
  • Para conservar el melón confitado durante mucho tiempo dentro de un recipiente hermético, debemos deshidratarlo. En caso de quererlo tal cual, podemos guardarlo dentro de un recipiente de cristal o bote tipo Fido con su propio almíbar. Según el tipo de uso final que vayamos a darle, podemos usar un método u otro. Al igual que el punto de deshidratado, podemos secarlo más o menos.
  • El excedente de almíbar se puede guardar, en un recipiente de cristal y refrigerado, para calar bizcochos, dulces o piezas de bollería.

Fuentes: Gastronomy ArcheologyNaciónAncient OriginsHistorie pour tousJosue Ferrer,Canal Académies

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